tag:blogger.com,1999:blog-84287873462578631652024-03-08T16:37:59.860-08:00Metáfora I de RSkanhttp://www.blogger.com/profile/09257170586541619629noreply@blogger.comBlogger79125tag:blogger.com,1999:blog-8428787346257863165.post-4469365057921273792011-10-14T05:30:00.001-07:002011-10-14T05:47:00.966-07:00Eres incapaz de susurrar la poesía en las rodillas, admítelo. Y los octubres son más octubres si me llamas, y conteniendo la emoción, me dices: "eh, Javi, vamos, déjalo todo, deja de ser quien eres". Cuando el sudor disimulaba el terror a los espejos, y las mañanas... bueno, no sé, tenían un olor distinto. Eres incapaz de ver más allá del vómito en baldosas. Cuando miras, y me miras, y vas y me sigues mirando: "eh, Javi, venga, llora y calla, sigue tragando". Y me rompo. En serio, ¿ya no ves que el mundo ha dejado de bailar para ti, y los pasillos me comen? Ahora estoy debajo de la mesa, empleando lo aprendido en notas, reciclando el juego de manos sin mentirnos en cada caricia. Ahora piso todas las puertas que hagan falta para verla, princesa, y las caderas son adictivas cada noche de no pensar. Y ahora, vete. Antes de que vuelva a olvidar la nota a pie de página de una historia escrita en bordes de servilletas. Eres incapaz de curar las heridas que ya no sangran y que muerdes con la boca manchada de tinta de bolígrafo. Ahora, vete y déjame dibujar en mi propia piel.Skanhttp://www.blogger.com/profile/09257170586541619629noreply@blogger.com2tag:blogger.com,1999:blog-8428787346257863165.post-974622715848734662011-09-23T03:12:00.000-07:002011-09-28T08:09:30.047-07:00<div><div><br /></div></div><div>"Todo va bien".</div><div>"Experiencias nuevas, nueva carrera, soy feliz".</div><div>Sonríes.</div><div>Cierro los ojos para no pensar y en ese instante</div><div>ya te has follado a alguien encima de la mesa</div><div><br /></div><div>a lo mejor no deberíamos estar aquí, oliéndonos</div><div>aparentando arrancar pedazos incrustados</div><div>jugando a transformar alas caídas en anécdotas</div><div>y haciéndote sangrar por debajo de la falda</div><div><br /></div><div>Coges el salero, reventando composturas</div><div>y no paro de temblar pero no, no te vayas</div><div>ni dejes de quitarme el cigarro, dar una calada y mirarme</div><div>como diciendo "estoy rompiendo lo que esperabas",</div><div><br /></div><div>para salir y destrozar todos los ceniceros de esta ciudad.</div><div><br /></div><div>¿O es que ya no te atreves a besar, </div><div style="text-align: center;"><i>y que tiemble el suelo, </i></div><div style="text-align: left;">con la certeza, tatuada en el pecho, de que no pasará nada?</div><div style="text-align: left;"><br /></div><div style="text-align: left;">No me lo creo.</div><div style="text-align: left;"><br /></div><div style="text-align: left;">Por cierto, faltan botones para tu camisa y sobran</div><div style="text-align: left;">tacones para llegar alto, para encontrarme, sobran</div><div style="text-align: left;">canciones, sobran regresiones con mi mano en tu cintura</div><div style="text-align: left;">y sobra la suficiencia de confesarme que perderás el control.</div><div style="text-align: left;"><br /></div><div style="text-align: center;"><i><br /></i></div><div style="text-align: right;"><br /></div><div><span class="Apple-style-span"><br /></span></div><div><span class="Apple-style-span"><br /></span></div><div><span class="Apple-style-span"><br /></span></div><div><br /></div><div><br /></div><div><br /></div><div><br /></div><div><br /></div>Skanhttp://www.blogger.com/profile/09257170586541619629noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-8428787346257863165.post-26390497864560758922011-08-17T10:09:00.000-07:002011-08-18T03:59:31.251-07:00Maldita Brox<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;">Entré a la piscina con la lección aprendida: no era nadie.</p> <p class="MsoNormal" style="text-align: justify;">Así a simple vista no parece ninguna hazaña heroica, pero lo es. Todos nos sentimos protagonistas en mayor o menor medida de nuestra película. De camas y cigarrillos, de putas y gánsteres o, simplemente, algún tópico americano exprimido en un lavabo al azar de lo más recóndito de Texas. Da igual. Todos albergamos ese 1% de esperanza que nos obliga a creer que el universo orbita entorno a nuestra polla. Luego vamos al espejo y vemos lo que queremos ver. En ese momento, ni siquiera pensaba lo que quería pensar. </p> <p class="MsoNormal" style="text-align: justify;">Mucha niña mona, pero ninguna sola. Los instintos volvían a su lugar primigenio. No está mal.</p> <p class="MsoNormal" style="text-align: justify;">Cloro hasta en la ducha, lo pasaré bien. Mi creatividad volvía a estar por los suelos. También volvía al sitio que le pertenece. Empezaba a tomar las riendas. Hasta las más hilarantes metáforas sobran cuando eres un chaval imberbe que hasta ahora se creía el centro de las miradas. El mundo colapsado en aquel camping de jipis y yo, distraído. Demasiada pareja acaramelada para mi salud mental, me dije. Ya habrá tiempo para volver a chapotear. De cabeza al agua.</p> <p class="MsoNormal" style="text-align: justify;">Hasta aquel momento las vacaciones pasaban en una suerte de rutina recién establecida, como el más sencillo de los mecanismos asumidos inconscientemente. Me dejaba llevar y la guerra civil en la que se veía imbuida mi vida pasó a un segundo plano, sin llegar a desaparecer completamente. Sabía que seguía ahí, pero mis sentidos, narcotizados por la playa, la ausencia total de responsabilidad y la ingente cantidad de pivones que desfilaba para mí en aquel paraíso de juventud eterna, bikinis prietos y meses sin mojar, no alcanzaban a interactuar. Y aquella piscina seguía abarrotada de parejas. Cada una con su historia, sus apelativos cariñosos en la cama, antes, durante y después, sus juegos de manos, su mundo. Cuando te sumerges en una piscina desconocida, lo único que te mantiene allí, nadando con la gracilidad de una ballena varada, es la aclimatación a la nueva situación. En mí, el proceso se estaba llevando a cabo inversamente. No me sentía el rey del mambo. Estaba empezando a darme cuenta de mis gilipolleces que, conjuntadas, daban de mí una imagen medianamente decente, como los grupos de chicas juzgadas cada noche de jueves en la White. La cara de estreñido al reflexionar, la falta de experiencia, de agallas, de sensibilidad. Lo único que evita que pienses por qué no te aburres en aquel caldo lleno de arrumacos cuando tienes uno parecido debajo de tu casa que no pisas es que aquella improvisada sopa de amor era terreno salvaje. </p> <p class="MsoNormal" style="text-align: justify;">La puñalada me alcanzó por detrás. Algún anarquista del Ejército Rojo rasgó el velo que lo separaba de la realidad. Cuando empiezas a verte como un subnormal más rodeado de subnormales en el peor lugar para perderse, en vez de cómo un Ulises de pacotilla enfrentándose a su trágico destino (y a las furiosas olas generadas por Neptuno montado en colchoneta), todas las piezas del puzle para menores de cuatro años encajan. </p> <p class="MsoNormal" style="text-align: justify;">Ojalá ella estuviera aquí.</p> <p class="MsoNormal" style="text-align: justify;">Minutos antes de la certeza, yo seguía pasando el verano a base de anfetaminas. Volvieron los recuerdos. Cuando uno de ellos duele, la mayoría de las personas suele cerrarle la puerta hasta que un buen día, quedan para tomar un café, y el recuerdo se ha casado y tiene hijos y todo sigue como debería. Pero ese no es mi modo de actuar. Abro la puerta, el recuerdo entra y me folla por el culo. El día siguiente el recuerdo vuelve a llamar, y yo abro la puerta y me pongo de rodillas, esperando que esta vez la experiencia sea menos traumática. Y así día tras día. Estaba en la piscina del que parecía ser la residencia de verano de Afrodita, apretando los dientes y esperando mi ración diaria de sexo anal. Desgarrador, como siempre. El análisis no tardó en llegar. Aquello que decía Sara, que echamos en falta la situación, el estar emparejados en vez de contar cada minuto sin tocar su piel, nunca me había parecido que tenía sentido. Hasta ese momento. Contemplando a aquellos chuloputas aferrados insidiosamente a sus novias –Dios quiera que imbéciles-, reconocí que era una variable que merecía ser incluida. Volvieron a aparecer los jugadores habituales. Merecía la pena, sí, no. El origen del dolor. Sus gracietas, su cuerpo de sirena encima del mío. Pasillos eternos y puertas cerradas. Tal vez si buscara a alguien. Tal vez si la dejara ir. Todo se fue. Intenté retenerlos. Se disiparon. Las palabras se clavaron. Trozos del espejo roto.</p> <p class="MsoNormal" style="text-align: justify;">Ojalá ella estuviera aquí.</p> <p class="MsoNormal" style="text-align: justify;">Pasaron a mi lado un grupo de chavales. Maldita Brox. Ojalá ellos estuvieran aquí. </p> <p class="MsoNormal" style="text-align: justify;">Todo mi mundo, todo el silencio, la rabia y los celos, reducidos a una única expresión. Todo lo que no fuera aquella frase carecía de sentido y de razón para existir. Toda esa mierda espiritual y sentimental había servido para darme cuenta de que seguía en el pasado. Cuéntame algo que no sepa. Una sola frase. La causa y el efecto, reunidos en 25 caracteres.</p> <p class="MsoNormal" style="text-align: justify;">Ojalá ella estuviera aquí, haciendo un ángel en la arena, corriendo al agua para limpiarse, pelearse con las olas y reír. Ojalá yo estuviera allí para verla desde la orilla, correr a su encuentro y, durante un puto instante enganchado a su cuello, no pensar. Ojalá no escribir, convertido en un perdedor sin vaso de ginebra. Ojalá el invierno hubiera durado un poco más. Sólo unos meses, los suficientes como para ser libres o para poder desvestirla de un gesto y sin bufandas de por medio. Reír. Cómo se hacía eso, me cago en mis muertos. Ojalá pudiera vivir y no dedicarme a contar historias de cuando lo hacía, con la media sonrisa y la sangre de uñas clavadas, en cualquier chino donde los peores secretos son revelados. </p> <p class="MsoNormal" style="text-align: justify;">Subí por la escalerilla. Me sequé. Todo volvía a estar como siempre, pero antes de que Skan volviera a recuperar el trono de la presuntuosidad, le dediqué un guiño ligeramente trastornado a una jipiosa de esas que tanto me gustan, preciosa y con el toque rebelde de las niñas que fuman en portales para aspirar la ruptura de las pautas establecidas. </p> <p class="MsoNormal" style="text-align: justify;">El día siguiente seguía entre la niebla. Empezaba a no recordar quién era, pero poco importaba. Tumbado en la cama y sin saber qué hora era, me preguntaba si había alguien en metros a la redonda que también lloraba con Vetusta y los días raros. </p> <p class="MsoNormal" style="text-align: justify;">El recuerdo entró sin llamar. A veces lo hace. Ya estoy acostumbrado. No dolió. Debí haberos confesado que me estoy volviendo un poco mariquita. Me levanté como un resorte. Joder, métemela del todo, espeté. Exprimí al máximo cada detalle. Cada sensación. Volví a evocarlo como tantas noches, haciendo especial hincapié en la rabia y la confusión del momento de la confesión, para variar, como el recuerdo en sí, imaginada, reconstruida a partir de trozos de confesiones. Nada. Salté de la cama. Salí casi en estampida, sin pensar adónde iba. Sin pensar adónde iba a ir a partir de ahora. Una nueva variable, había que reorganizarlo todo. Pasé por la piscina. Orcos por doquier. Eso era una señal, no sabía si buena o mala. Entré en el supermercado, sabía lo que quería. Galletas de mantequilla. Un euro. Ponen dibujos bonitos y letras en cursiva y te cuelan aire y harina por galletas de mantequilla buenas de verdad, pero esa es otra historia. Cuando estaba pagando a la cajera, volvió a romperse el espejo.</p> <p class="MsoNormal" style="text-align: justify;">Ojalá ella estuviera aquí.</p> <p class="MsoNormal" style="text-align: justify;">Con otro nombre y otro cuerpo, pero ella. Parafrasear a Alejandro Sanz puede estar mal visto en determinadas situaciones sociales, me enseñó Twitter. Pero allí estaba, ¡sorpresa!, la realidad escondida entre las sábanas. Allí estaba la vuelta a la prosa, entre los niños en triciclo y padres educados entre cerveza alimentando a la barbacoa en la puerta del bungalow.<span> </span>Ojalá ella estuviera aquí. Cuatro palabras y sólo una pequeña poeta (sei tu che leggi), pero miles de ángeles, otros tantos de cuellos a los que engancharse, ciento y un secretos que explotan en el pecho. La echaba de menos, sirena a la que le brotaron piernas en el momento menos esperado. Claro que la echaba de menos. </p> <p class="MsoNormal" style="text-align: justify;">Pero sólo puedes reír si realmente quieres hacerlo,</p> <p class="MsoNormal" style="text-align: justify;">y sólo puedes soñar si te has echado una buena siesta primero.</p> <p class="MsoNormal" style="text-align: justify;">Enseñé hace tiempo a una treintena de adolescentes confundidos a librarse de las cadenas, y la retórica volvía desde aquellos tiempos de parques (y mecánicos) para quitarme la careta a guantazos. Te está bien merecido por esconderte. He vuelto. Éstas son mis palabras, no las de viejos manuales de “aprende a conmover en dos párrafos”. La felicidad sólo es la realidad dividida entre las expectativas, sólo hay que cantar Supersubmarina hasta que la barriada entera baile al son de su-su-su-su-su cuerpo, y creer en la magia, aunque sea un timo, aunque te obligues a olvidar que los juegos de cartas son juegos de manos y que las hormonas juegan malas pasadas. La única opción es seguir andando. Todo es cambiante y hasta la más obvia de las lógicas se derrumba al crecer. Nada existe. Sólo el fuego. Aprenderás a base de golpes. Volverás a caer. Te hundirán. O al menos eso creerás tú. El mundo es una puta mierda y tú sólo estás empezando a estar jodido, trovador de manos grandes. Pero sonreirás hasta que vuelvan a doler las comisuras de los labios, porque volverás a retroceder, a saltar y a ser fuerte durante todas, todas las mañanas de lunes. Y no te equivoques: no la necesitas a ella más de lo que te necesitas a ti mismo. Y el 1% de esperanza nos mantendrá vivos, porque aunque sea fácil hasta rozar el absurdo, los bailes de máscaras nos enseñarán a no perder la cabeza. </p> <p class="MsoNormal" style="text-align: justify;">Y ahora voy a coger un cigarro mientras la vida sigue huyendo calada tras calada. Hoy, voy a sentarme a esperar. Y que venga lo que tenga que venir. No hay recetas milagrosas ni dietas para adelgazar cinco lastres a la semana. Ojalá estuviera aquí mi niña de manos frías, para perderme en aquellos ojos enormes y marrones y seguir ignorando que todo acaba de empezar. Pero se acabó. Porque un día, echando de menos, descubrí que se podía respirar.</p> <p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><o:p> </o:p></p>Skanhttp://www.blogger.com/profile/09257170586541619629noreply@blogger.com1tag:blogger.com,1999:blog-8428787346257863165.post-28340136024387795032011-07-25T11:55:00.000-07:002011-07-25T12:01:42.945-07:00Las estrellas no volverán a salvarnos<div>las princesas de los cuentos se pintan</div><div>la raya del ojo en el espejo, por la mañana</div><div>el calor ya no es excusa para rozarnos de nuevo</div><div>Esperando</div><div>y jugando con la muerte entre palabras</div><div>y bailando pero te vas y se van las ganas</div><div>de ser el funambulista de las llamadas perdidas</div><div>de llorar o de ser fuerte y romperlo todo</div><div>Remiéndame</div><div>olvida y álzame, confía en el silencio</div><div>pero por más que pintes las horas muertas</div><div>por más que se pierda el sentido de ser alada</div><div>se fundió el deseo con rutinas y relojes</div><div>la estrategia fracasó, pequeña</div><div>ya no hay tiempo para ser felices y esperar</div><div>y las libretas nunca solucionaron problemas</div><div>desistir, huir, seguir viviendo a dentelladas</div><div>Y sabes que sobra Julio, te lo regalo</div><div>para fumar cigarros en el precipicio</div><div>y márchate antes de la última puñalada</div>Skanhttp://www.blogger.com/profile/09257170586541619629noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-8428787346257863165.post-83840110939725138542011-06-19T10:25:00.000-07:002011-06-19T10:39:52.880-07:00El cigarro ya no quema,<div>pero las cervezas siguen mintiendo.</div><div>El carmín no manchará las bragas, el sudor</div><div>impregnará nuestras mañanas, destrucción</div><div>de la guerra entre las máscaras</div><div><br /></div><div><i>Corre y grita. ¿A qué esperas? Nada duele. Nada existe. (Sólo el fuego)</i></div><div><i>Para, piensa. Bebe, sueña. Prende en llamas la almohada. ¿Las miradas? ¿Los abrazos?</i></div><div><i>Mero sexo (sin llamadas). Vamos, puta. Eres libre. Ten paciencia y rompe el freno.</i></div><div><i>¿Más ligero? Cuesta abajo. Sin mirar. Sin ser quien eras.</i></div><div><br /></div><div>Apoyada en la barra, esperas.</div><div>La camisa te queda bien. Como antes.</div><div><i>¿Los tacones de elevarse entre putadas?</i></div><div><i>Vamos, nena. Sube al coche.</i></div><div>Prometo no llevarte a ver estrellas.</div><div>Prometo no dejar que inventes tantas historias huecas.</div><div>Prometo ser yo. Lo demás, ponlo a tu cuenta.</div><div>Sólo muévete y corta el aire con sollozos.</div><div>Baila. Vomita en los portales. <i>La partida está ganada.</i></div><div><i>¿Los demás? Espectadores. Tu canción de buenas noches.</i></div><div><i>Noches siempre algo mojadas.</i> Súbete al coche, nena.</div><div><i>El bolígrafo es invento de bohemios enclaustrados.</i></div><div>Sólo hay que esconderse de cubatas con mucho vodka</div><div><i>y de ratas esperando algún tropiezo de las reglas.</i></div><div>Venga ya. Esconde esas alas.</div><div><i>Parte bocas. Saca pecho.</i></div><div><i>Tres de azúcar. Eso es.</i></div><div>Termina la cerveza y mírame. ¿No está preciosa la luna?</div><div><i>Las noticias de tu pelo dicen que no quieres verme.</i></div><div>Calla y sígueme. Brindemos. <i>Celebremos que se fueron</i></div><div><i>los septiembres, los fantasmas</i>, la manía de seguir en esto.</div>Skanhttp://www.blogger.com/profile/09257170586541619629noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-8428787346257863165.post-74135532394887160172011-06-10T06:47:00.000-07:002011-06-10T07:53:17.298-07:00<div style="text-align: justify;">Vamos a escaparnos. Como hace meses, <i>como hace años</i>. Vamos a jugar a que el sol sigue brillando y a que todo sigue como debería, vamos a hacer como que no tengo miedo. Podemos seguir fingiendo que los roces son involuntarios, podemos buscarnos entre la gente y callar, y que las tardes de Julio vuelvan a ser perfectas. Podemos esperar el bus, merendar, <i>descubrir planetas</i>, ver la tele. Podría besarte y morderte, podrías enmudecer con la coreografía. Podemos pasar por alto que los besos en la mejilla me queman los labios. Simplemente ignorar que ya pasó nuestro momento, <i>que llegó el mal de altura</i>, que los domingos vuelven a ser domingos, que tu pecho es terreno vedado, que debemos reinventarnos. Podemos eliminar los abrazos que fueron <i>a pesar de todo</i>, borrar el daño y no tener miedo a encontrarte en cada mirada. Podría sonreírte y entender, de nuevo, que hay un motivo para seguir luchando, para apretar los dientes y cerrar los puños y tragar y amarte. Podría entender que los silencios no conllevan rendición.<i> Vámonos.</i> A donde quieras, princesa. ¿Un césped cualquiera? ¿París? ¿Granada? ¿Tu cama? Quizá aún está en nuestras manos hablar hasta caer agotados, trazar maniobras estúpidas para llamar la atención, escribir palabras efímeras en las mesas, buscar tu sonrisa en cada plan de futuro, escribir "te amo" pero no lo leas que me da vergüenza, ser niños hasta enloquecer de dulzura. Podemos olvidar que el verano ya pasó, que las estaciones no son cíclicas, que el invierno es frío pero también cartas, ilusión, sorpresa y <i>magia</i>. Podemos olvidar que el cielo ya no nos espera y que la felicidad se tuerce cuando el bolígrafo llora y confiesa que no tiene nada que decir. No entender que el puzle no encaja, que la ventana se ha roto. Que se acabó, y aun así, no dejarte ir. No aguantar las ganas de llorar cuando <i>los guiños se escapan</i>. Cuando las caricias llaman. Cuando tu pelo baila. Podría ignorar que tu olvido me rompe cada mañana. Ducharme sin ti, desayunar sin ti, reírme sin ti, incluso, si me apuras, volar sin ti. Para luego explotar en tu portal. Escribir otra vez el cuento. Esta vez sin que la mano tiemble. Cerrar los ojos. Y no temer abrirlos. <i>Y soñar.</i></div>Skanhttp://www.blogger.com/profile/09257170586541619629noreply@blogger.com1tag:blogger.com,1999:blog-8428787346257863165.post-65781302326963343662011-05-09T14:57:00.000-07:002011-05-09T15:47:35.860-07:00<div style="text-align: justify;"><i>Siempre en silencio. Callada, parecía analizar cuanto le rodeaba. Reía cuando tocaba, alguna que otra broma, una respuesta autómata, otra vez el silencio. Yo la miraba desde la muchedumbre. La serenidad de su gesto no podía contener una insatisfacción latente. Ella no sabía que yo la observaba desde hace tiempo. Buscaba algo que todos los demás veían, pero que nadie sabía identificar. Parecía medir con cuidado cada movimiento. Nada sobraba en ella. Se unía al grupo y mantenía una charla superficial cuando era requerida, pero algo me decía que aquel no era su hábitat natural. Era como una gaviota incapaz de no lanzar una mirada desesperada al mar. </i></div><div style="text-align: justify;"><i><br /></i></div><div style="text-align: justify;"><i>A veces, podía comprobar como se le escapaba una sonrisa de las de verdad. Parecía ser ella cuando sonreía. Y de repente su mirada se cruzaba con la mía y aprovechaba cada segundo de contacto visual para intentar encontrarla allí, entre la gente, entre la rutina. Pero se iba. Siempre se iba. A veces, algunas personas descubrían la eterna llamada, la continua morriña, y la sacaban de su aletargamiento. Y sonreía de verdad y la magia se posaba entre su pelo. Y reía cuando le apetecía, y bromeaba hasta en los días grises, incluso negros. Pero los recuerdos acababan atenazándola y volvía a estar sin estar, porque su mente seguía a muchos kilómetros de allí. </i></div><div style="text-align: justify;"><i><br /></i></div><div style="text-align: justify;"><i>A mí me gustaría acercarme a ella y descubrir lo que anida detrás de esas mañanas de tránsito. Pero cuando lo intento, se me cae el cielo encima y me siento un chaval en sus primeros pasos. Y a veces la rozo y parece ser como de cristal, o es que a mí me da miedo romperla. Y es que soy tan diferente, tan brusco, tan pasado de vueltas. Mis manos rugosas nunca podrán materializar las caricias que ella necesita para librarse de las cadenas y cantar y soñar en los días raros. Y en ocasiones logro hacerla reír y cada carcajada me da alas para seguir con este circo de palabras encadenadas. Y en ocasiones logro arrancarle una conversación superficial que me sirve de pretexto para admirar cómo mide al detalle hasta el bailoteo de su falda. Y me mira, y la miro, y retiro la mirada, porque me atrapa. Y me gustaría abrazarla y prometerle que todo va a ir bien, que siga hacia adelante porque son dos días y las agujas del reloj no pinchan y que el cielo es tan alto como tú quieras llegar y que sea feliz, porque sonríe y me contagia y me deja mudo y ya no sé que decir, porque las palabras son tan vacías y no sirven. Pero nos separan dos mundos distintos, el jaleo me abandonó y ahora lucho por sobrevivir, al igual que lucha ella. Sólo espero que el destino se porte bien con ella. Yo seguiré observando y escribiendo. Notas de papel mojadas.</i></div><div style="text-align: justify;"><i><br /></i></div><div style="text-align: justify;"><i><iframe width="425" height="344" src="http://www.youtube.com/embed/oatYdB-SR_s?fs=1" frameborder="0" allowfullscreen=""></iframe></i></div>Skanhttp://www.blogger.com/profile/09257170586541619629noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-8428787346257863165.post-56765122602769862272011-05-06T05:29:00.000-07:002011-05-06T06:07:35.420-07:00El dolor aporta cirugía a cada palabra<br /><br />camuflada en las arterias, sin pensar, sin ser inerte<br /><br />La precisión de los recuerdos nos hace levantarnos<br /><br />y volver sin seguir vivo, y seguir amando, a pesar<br /><br />del cielo que quiso detener el busca y captura<br /><br />de tus manos, eternas en un mundo de medios<br /><br />silencios, medias verdades, medio corazón sin piel<br /><br />Las rodillas seguirán flexionadas<br /><br />El apetito sin frenos, la mirada gacha y desdoblada<br /><br />Cuerpo a tierra, dijo algún militar temeroso<br /><br />Tierra que castiga meses de desobediencia severa<br /><br />Boca a tierra, pecho a tierra, alma a tierra y ser<br /><br />un violinista sin cuerda en el metro más grande del mundo<br /><br /><div style="text-align: justify;">Y oye, que te echo de menos. Pero no se lo digas a nadie. Ahora voy a poner a secar las maderas de mis cimientos. Y dejaré que el sol me lleve y la corriente me arrastre hacia donde otra vez tu imagen me martillee las pupilas. Dilatadas a causa de un legado de escombros. Ahora seguiré ignorando que ya no hay espacio para el pasado en esta jaula de materia y celos. Ahora sólo soy otro puto folio en blanco, ¿no me ves? Y ni el mejor de los poemas será comparable a tu sonrisa.<br /><br />No me escribas. Recíclame.<br /></div>Skanhttp://www.blogger.com/profile/09257170586541619629noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-8428787346257863165.post-84613368927424391862011-04-17T10:55:00.000-07:002011-04-17T12:06:21.959-07:00<div style="text-align: justify;">Desempolvo los piratas del fondo del armario. Junto a ellos también estaba guardado el sol. Alguna pelea que otra. También la libertad. El miedo, y la ilusión. Desempolvé los helados y las risas, el agua de mar. Ya me había olvidado de las estrellas fugaces y de ignorar la hora, el sitio, la posición exacta de tus labios, los relojes. No sabía ya disfrutar sin el temblar de un corazón inquieto. Aún no dormía en tus brazos, pero el vaivén de la marea sustituía torpe aunque fielmente cada caricia. </div><div style="text-align: justify;"><br /></div><div style="text-align: justify;">No recordaba cómo seguir luchando. Me robaron la espada y con ella la furia. La dignidad. El ruido me subyugó, perdonen por no callarlo con cada verso, perdonen por no gritar. Me pintaron en negro. A veces, ciertas noches, veo la luz y mis dedos se convierten en garras, mi lengua se hace pluma. Se fueron los días largos y con ellos todo empezó de nuevo. Tuve que volver a ascender ante vuestras miradas impasibles, tuve que tener en mente quién soy, quién fui, quién seré y quién quiero ser, quién quieren que sea, quién les mostraré y quién ocultaré (entre las alas). Dejé de creer en mí y ese fue mi mayor error: la fe no mueve montañas, pero mueve mis puños y mi palabra. </div><div style="text-align: justify;"><br /></div><div style="text-align: justify;">Desempolvo los piratas y vuelven a nacer las tardes brillantes de sudor y viento. El calor nunca empañó esa fantástica sensación de correspondencia. Unos cuantos poetas infelices me hicieron separarme de mis auténticas raíces. Pero nunca las perdí. Ahí están, junto a la brisa marina, los reencuentros, los abrazos, el tequila, los besos, las conversaciones entre fogones y platos, los roces (in)deseados, los papeles mojados, la fluidez. Pero aún siguen conmigo el alcohol y la magia. Tengo dos manos que nunca se cansarán de explorarte, un corazón que te llama cada noche, que ha aprendido a amar sin que duela, una mente que sigue buscando su propio sitio en un mundo de heridas y luces. Desempolvo mis piratas, me los pongo y salgo a dominar a la ciudad. Y el sol ha vuelto a salir, y la luna está preciosa esta noche, y el cielo es nuestro, porque te lo prometí.</div>Skanhttp://www.blogger.com/profile/09257170586541619629noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-8428787346257863165.post-16109043548332123152011-03-28T13:59:00.000-07:002011-03-28T15:14:09.567-07:00<div style="text-align: justify;">Volverás, y entonces te escupiré las mañanas y las noches, la rabia y el lamento, y las risas.</div><div style="text-align: justify;"><br /></div><div style="text-align: justify;">Siempre alardeabas de esa falsa seguridad que te dieron cuatro bragas mal caídas. Siempre inestable, subiendo y bajando, capeando las disculpas, esquivando el llanto. El metódico marcar de las horas era tu canción preferida, siempre esperando, siempre aguardando alguna garra que te librara de la insidiosa compañía. Demasiado mediocre para ti, insultantemente servicial. La sonrisa perfecta para no crear un conflicto, el silencio adecuado, la palabra precisa para que simplemente, la conversación siguiera fluyendo hacia límites que tú ya sabías manejar. Y así pasaban tus noches, entre recuerdos de un pasado perfecto y la rutina sangrante de días que, ¿por qué no? Siempre ha sido más fácil callarse, aportar lo estrictamente necesario, y con un ojo en la ventana esperar la llegada que aquella que le pondría el traje a medida al bohemio más imbécil del mundo.</div><div style="text-align: justify;"><br /></div><div style="text-align: justify;">Empezaste con aquellas putas que consideraron que tus versos tal vez no eran suficientes. Qué desfachatez, ¿verdad? Eras demasiado grande como para volver a la tierra, no podías soportar que tal vez alguien rechazara tu proyecto de un cielo perfecto en las formas, pero vacío de contenidos. Sin pensar en que ellas también tenían derecho a decidir el guión de su vida, sin pensar en que a lo mejor tu trono aplastaba demasiadas pretensiones de una relación sin malas caras. Quitadas de enmedio, sólo quedaba la mediocridad. Pero no podías argumentar rancios sentimientos, tenías que utilizar el sexto sentido, el guante blanco, la astucia. Y poco a poco empezaste a analizar, a calcular cuáles serían los pasos adecuados, a buscar cualquier rendija en nuestro servicio incondicional. Y mientras, los días empezaban a ser innecesarios para mantener a las noches. Tiraste de libreta y falacias y usaste con habilidad un dolor provocado como justificación. Una vez más, los sentimientos servían de excusa para ocultar el egoísmo camaleónico. Quien te puso el traje accedió de buena gana a cepillártelo. Un mero gesto sirvió para deshacerse de lo ya innecesario para sobrevivir. Con la condescendencia de quien rompe pero no mata, con la magnanimidad de quien se cree alguien.</div><div style="text-align: justify;"><br /></div><div style="text-align: justify;">Sin embargo, olvidaste que la sangre no se va, ni las lágrimas tampoco. Olvidaste como el rey que olvida que sus súbditos sueñan con la revolución entre jornada y jornada. Te levantarás satisfecho y libre. Por fin tienes lo que necesitas, por fin el cielo te ha coronado y gobiernas con su autoridad, ya no tienes que engañar suplicando atención. Quizá algún sms, quizá sus labios te oculten. Quizá tu mente se embote con la televisión, quizá las sábanas te sirvan para lavarte las manos. Tu conciencia seguirá recordándote golpe a golpe las negras razones que impiden que tu nuevo cuento se desmorone ante una sola de nuestras súplicas. Y amarás, y reirás, gritarás, olvidarás. Claro que olvidarás. Y te creerás poeta cuando tus pensamientos son prefabricados y maleables. </div><div style="text-align: justify;"><br /></div><div style="text-align: justify;">Pero volverás. Y juro que entonces no habrá más palabras. Sólo acciones. </div><div style="text-align: justify;"><br /></div><div style="text-align: justify;">Volverás con cinco bragas mal caídas y la terrible certeza de que no eres nadie.</div>Skanhttp://www.blogger.com/profile/09257170586541619629noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-8428787346257863165.post-64483426192541726972011-03-10T06:25:00.000-08:002011-03-10T07:41:28.318-08:00<div style="text-align: justify;">Me llamas loco por esa extraña manía de cortar el hilo de los pensamientos, de revolverme y no dejar que la pasión se estabilice, que se pose en tus pestañas. Que no me entiendes, dices. Que cuando me conociste estaba envuelto en cadenas, en recuerdos. Pero la física no entiende de miradas y la metafísica está flotando en el techo de esta habitación, esperando a que nos vistamos de nuevo. Y, sonriendo, ocultemos a la gente que en realidad somos de alguna especie extraterrestre cuya forma de comunicarse es leyéndose la mente mutuamente y jugando a interpretar el ángulo del aire al ser cortado por el vaivén de las caderas, cuya extraña tradición es volar cada fin de semana, cuyo mundo está mucho mucho más allá de la estrella polar, de corazones, de atardeceres, de rosas.<br /><br />Otra vez el sábado se vistió con ese vestido blanco, tan etéreo como traslúcido. Apagamos todas las luces, acallamos todas las voces, mis fantasmas aterrizaron. Cómo seguir el ritmo si a veces temo fundirme contigo y desaparecer entre los acordes de una canción sin aliento. Comienzo a crear estímulos retroalimentados por la curva de tus labios. Pareces tener <span style="font-style: italic;">las caricias calculadas,</span> claro, si las palabras vacías nos miran con asco desde la ventana. Sabes que cualquier vaivén podría romper el espacio-tiempo de nuestra conexión y me besas con soltura, tocas l<span style="font-style: italic;">as teclas precisas</span> para hacer una melodía y no un conjunto de sonidos acompasados. La perfección no es inexplicable, es sólo que nos falta visión de conjunto. Te toco con suavidad y a veces con desesperación, miedoso de romperte, de que te escapes de entre mis dedos. Te abrazo y no alcanzo a proteger cada centímetro de ti, y a ver quién tiene cojones de cortar tus alas, a cerrarte los ojos, a domar tu pelo. Intento imitar sin éxito la coreografía y mis pasos son torpes, <span style="font-style: italic;">será por falta de práctica, será por falta de talento. </span><br /><br />Y, lentamente, asciendes. Y lo que no comprendía, ahora lo entiendo. Y lo que parecía difícil, ahora es simple cuestión de aprovechar la oportunidades. <span style="font-style: italic;">Y el tiempo se para y el amor no existe, pero oye, yo no te puedo dejar de mirar.</span> Y cómo quieres que no lo haga, si tengo miedo de que te vayas cuando te de la espalda...</div>Skanhttp://www.blogger.com/profile/09257170586541619629noreply@blogger.com2tag:blogger.com,1999:blog-8428787346257863165.post-54571554661635609732011-02-13T11:13:00.000-08:002011-02-13T11:20:30.366-08:00Suave y en silencio, enmarcada en el cielo, velando por mi sonrisaEncontré el significado bajo el colchón<br />de tu apertura de piernas, tu desnudez<br />de los cantos de sirena, del gruñido de las hienas<br />Encontré el valor de tocarte sin volverme loco<br />la verdad emponzoñada, la saliva derramada<br />el polvo, maldito, de aquellos héroes sin sombra<br />sin luz tenue bañando el gemido<br />Escalar <span style="font-style:italic;">poco a poco<span style="font-style:italic;"></span></span><br />bendita ladera cargada de malos diciembres<br />encajar el placer en estos cajones viejos<br />raídos, sedientos, ávidos de alguna fragancia<br />cuarenta y cinco grados a la derecha, eleve<br />el pómulo, plastifique las caderas, contágieme<br />convirtamos el comportamiento en acción<br />en hecho verificable<br />haremos fuego y quemará las facturas archivadas<br /><span style="font-style:italic;">(todos aquellos besos que se perdieron,<br />todos aquellos veranos, coreografías sin aliento)</span><br /><span style="font-weight:bold;">Integremos el estímulo<br />tu piel intermitente y mis ansias<br />se encargarán de la respuesta</span>Skanhttp://www.blogger.com/profile/09257170586541619629noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-8428787346257863165.post-68529901720433150372011-01-23T07:26:00.000-08:002011-01-23T07:30:32.731-08:00<a onblur="try {parent.deselectBloggerImageGracefully();} catch(e) {}" href="http://4.bp.blogspot.com/_g2tm5ZWu-kc/TTxJkttfY3I/AAAAAAAACI8/jegNGS-PL6s/s1600/septiembre%2Blleg%25C3%25B3.jpg"><img style="cursor:pointer; cursor:hand;width: 320px; height: 110px;" src="http://4.bp.blogspot.com/_g2tm5ZWu-kc/TTxJkttfY3I/AAAAAAAACI8/jegNGS-PL6s/s320/septiembre%2Blleg%25C3%25B3.jpg" border="0" alt=""id="BLOGGER_PHOTO_ID_5565404134617604978" /></a>Skanhttp://www.blogger.com/profile/09257170586541619629noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-8428787346257863165.post-32237764721369005932011-01-20T12:41:00.000-08:002011-01-20T13:21:52.727-08:00<span style="font-style: italic;">Cada vez más sordo, cada vez más loco</span><br /><br /><span style="font-style: italic;">tampoco estoy roto pero por poco</span><br /><br /><br />Sólo me quedan unos versos húmedos<br />y un baile de máscaras dentro de mi pecho<br />Otras caras, otro cuello<br />y los tejados<br />ya me aburrí de saltarlos<br />y tus intentos se me antojan gastados<br />y tu sonrisa<br />demasiado pura para ser mía<br />demasiado irreal para ser cierto<br />El ron huyó de las botellas<br />las risas se ahogaron por la marea<br />el dolor es ajeno, impropio<br />irregular y certero<br />Supongo que siempre nos quedarán los veranos<br />el olvido, los disfraces, las canciones<br />el ritmo de tus pasos, la perfección<br />escondida entre la rutina de tus labios<br />Supongo que siempre podremos huir<br />porque las mentiras saben mejor en tu cuarto<br />iluminado sin arder y con olor a desengaño<br />a polvo rápido mirándote a los ojos<br />He de creer que siempre estás ahí<br />Sencilla y eterna, sin otras intenciones que ser<br />el viento<br />que alejó el temor a no ser nada<br />ni nadie, porque tú eres yo,<br />somos, no son<br />más que caretas en el trastero de la conciencia<br />Pero sé que estas sábanas te esperan<br />impacientes<br />y sabes que no hay Enero suficiente<br />y nos sobran demasiados otoños<br />y nos falta el valor para no hacer preguntas<br /><br /><span style="font-style: italic;">Elévame. Búscame, olvídame, ignórame, tira de mí. Sácame de aquí, llévame, escóndeme. Donde no puedan verme. Donde sólo tú me veas. Pero hazlo ya.</span>Skanhttp://www.blogger.com/profile/09257170586541619629noreply@blogger.com2tag:blogger.com,1999:blog-8428787346257863165.post-40469929566584517652010-12-29T11:05:00.000-08:002010-12-30T05:05:25.743-08:00<div style="text-align: center;"><br /></div><div style="text-align: center;"><br /></div><br /><div style="text-align: justify;"><br /></div><div style="text-align: justify;">Y precisamente una noche como ésta, hace justo un año, empezó a cambiar mi vida. Una invitación a destiempo, nervios, compras y alcohol, tal vez demasiado alcohol, trucos de cartas, el primer beso. Quién lo diría, aquel fue el primer beso. Y ahora, un año después, míranos. Mentiría si te dijera que no me fijé en ti aquella noche. Tan preciosa, tan lejos. "Oye, ¿cómo está Raque?" Y la sensación de aceptación, un alivio para el ser social que hay en mí. Viejos amigos y nuevos compañeros se entrelazaban, y aquello sólo era el principio.</div><div style="text-align: justify;"><br /></div><div style="text-align: justify;">Y mientras Enero seguía imbuido en aquella maravillosa rutina, salpicada con retazos de sol de invierno, de relatos escritos para ti y nada más, de miradas, de magia, de algo nuevo. Los meses trascurrían entre breves visitas a París cada mañana, traducciones imposibles, versos de Catulo, obras de arte puestas del revés y con tonos amarillentos, camaradería, complicidad. Y tú, pequeña francesita, fuiste el mejor trozo de rutina que jamás he tenido el placer de encontrarme. Porque contigo cada conversación era especial, porque la jerga común permitía una comunicación más infinita de lo habitual, porque cada hora se transformaba en algo digno de recordar. Por eso espero que tú no olvides los paseos hasta tu casa en los que siempre tirábamos por el parque para alargar un poquito más la charla, la filosofía entre clase y clase, risas, risas y más risas, los abrazos detrás de los que no se intuía la soledad, las columnas predilectas, el sol y el césped, las almohadas improvisadas, el teatro, las cenas en pizzerías por apuestas inadecuadas, las peleas, las discusiones, las lágrimas y las reconciliaciones en algún hotel perdido y con goteras en un rincón de Roma. Porque la vida no era fácil de interpretar, pero tú y yo jugábamos con reglas distintas.</div><div style="text-align: center;"><br /></div><div style="text-align: justify;"><br /></div><div style="text-align: justify;"><br /><br /><br /><img src="http://4.bp.blogspot.com/_g2tm5ZWu-kc/TRuOA4_HprI/AAAAAAAACHk/qxzr8ixcz10/s320/DSC_3512.JPG" style="margin: 0px auto 10px; display: block; text-align: center; cursor: pointer; width: 320px; height: 214px;" alt="" id="BLOGGER_PHOTO_ID_5556190711239911090" border="0" /><div style="text-align: center;"><br /></div></div><br /><br /><div style="text-align: justify;">Y mientras, el Clan. Familia, hermanos. Piscinas climatizadas, desayunos gratis, Los Ramones, "¿cuánto queda?", fines de semana rurales, alemanes locos, Tolox, Guaro, rutas imposibles, miles de planes, pocos realizados, pero nos da igual, porque soñar sigue siendo gratis.</div><div><br /></div><div><img src="http://2.bp.blogspot.com/_g2tm5ZWu-kc/TRuRIilyupI/AAAAAAAACHs/9ea7bM_EnoE/s320/DSC_5008.JPG" style="margin: 0px auto 10px; display: block; text-align: center; cursor: pointer; width: 320px; height: 214px;" alt="" id="BLOGGER_PHOTO_ID_5556194141201939090" border="0" /></div><br /><br /><div style="text-align: justify;">Tras esperar ingenuamente que algún hada bajara de los cielos y diera por mí el beso que no me atreví a dar, te fuiste, sin más. Pero me daba igual, porque seguías regalándome tu presencia, y siempre me he conformado con poco. Pasaban los meses y llegaba la primavera, y el vínculo se iba estrechando cada vez más. Por eso la Plaza de la Marina siempre será un lugar increíble. Y personas que siempre habían estado ahí, estaban cada vez con más fuerza. Y personas que nunca me abrieron su corazón, me ofrecían su confianza sin límites.</div><div><br /></div><div style="text-align: center;"><img src="http://2.bp.blogspot.com/_g2tm5ZWu-kc/TRuYTNv4JnI/AAAAAAAACH0/QQjzmdXEdhY/s320/virgi%2By%2Byo" style="cursor: pointer; width: 320px; height: 240px;" alt="" id="BLOGGER_PHOTO_ID_5556202021167048306" border="0" /></div><div style="text-align: center;"><br /></div><div style="text-align: justify;"><br />Y llegó la primavera, y fue preciosa, y lo sabes. Una época de confesiones, una época donde ya se empezaba a vislumbrar el final de aquella maravillosa rutina. Visitas inesperadas, guerras y revoluciones, artistas locos, Pokémon, perros andaluces, rituales antes de los exámenes, reconciliaciones, descubrimientos. Y llegó el miedo y las dudas, y la distancia, fantasmas que se acrecentaban en cuanto el verano se asomaba tras el cristal. Días brillantes. Días de pararse y pensar, de ser consciente de que las mejores historias son mejores cuando son contadas, no cuando se viven.</div><div style="text-align: justify;"><br /></div><div style="text-align: justify;"><br /></div><br /><div style="text-align: center;"><a onblur="try {parent.deselectBloggerImageGracefully();} catch(e) {}" href="http://2.bp.blogspot.com/_g2tm5ZWu-kc/TRu6u0mVCAI/AAAAAAAACIE/26EmVbx1ZT0/s1600/hamijos.jpg"><img style="cursor: pointer; width: 320px; height: 241px;" src="http://2.bp.blogspot.com/_g2tm5ZWu-kc/TRu6u0mVCAI/AAAAAAAACIE/26EmVbx1ZT0/s320/hamijos.jpg" alt="" id="BLOGGER_PHOTO_ID_5556239878847793154" border="0" /></a></div><a onblur="try {parent.deselectBloggerImageGracefully();} catch(e) {}" href="http://2.bp.blogspot.com/_g2tm5ZWu-kc/TRu53W4jDvI/AAAAAAAACH8/vBJC370mTNs/s1600/5_save.6d22e4f2d2.gif"><img style="cursor: pointer; width: 1px; height: 1px;" src="http://2.bp.blogspot.com/_g2tm5ZWu-kc/TRu53W4jDvI/AAAAAAAACH8/vBJC370mTNs/s320/5_save.6d22e4f2d2.gif" alt="" id="BLOGGER_PHOTO_ID_5556238925978341106" border="0" /></a><br /><br /><div><br /></div><div style="text-align: justify;">El principio del verano me dio unas falsas expectativas que, afortunadamente, no se cumplieron. Unos exámenes aderezados con una terrible sensación de soledad. La filosofía nos abandonó, pero por suerte, otras manos ocuparon su lugar con más o menos acierto. No hay nada mejor que volar más alto que las barreras impuestas previamente, y aquel mes de junio con olor a cachimba me ayudó, pero no era suficiente. Nunca era suficiente para mí, y el café y las acuarelas no eran suficientes para calmar tu ansiedad tras el peor cumpleaños de tu vida. Afrontaba un viaje a una tierra mágica con poca magia entre mis dedos. Menos mal que volviste...</div><div><br /></div><div><br /></div><br /><div style="text-align: center;"><a onblur="try {parent.deselectBloggerImageGracefully();} catch(e) {}" href="http://3.bp.blogspot.com/_g2tm5ZWu-kc/TRu-aWWUEAI/AAAAAAAACIM/rvi333YkJqY/s1600/6lNhZ6bh9sQ32o2kBfH.0.jpg"><img style="cursor: pointer; width: 320px; height: 239px;" src="http://3.bp.blogspot.com/_g2tm5ZWu-kc/TRu-aWWUEAI/AAAAAAAACIM/rvi333YkJqY/s320/6lNhZ6bh9sQ32o2kBfH.0.jpg" alt="" id="BLOGGER_PHOTO_ID_5556243925176684546" border="0" /></a></div><br /><br /><div style="text-align: justify;">Y llegó el verano. No puedo describir, sólo puedo limitarme a enumerar. Tantas cosas aprendidas, tantísimos momentos, tantas sensaciones. La tierra mágica resultó ser más mágica de lo que pensaba en un principio, no por su belleza, sino por la gente con quien compartes esa belleza. Nací para estar allí y allí me encontraba, extasiado ante la grandeza del <span style="font-style: italic;">humanitas</span>. Aquello lo cambió todo. Aquello y una tarde en una piscina donde, sorprendido, comprobé que volvías. Volviste, y lo hiciste tan rápido que no me dio tiempo a recogerte cuando ya te habías ido de nuevo. Mientras tú y yo desafiábamos al tiempo, Gandalf dijo "You cannot pass" entre cafés solos y palomitas de mantequilla, INDIOS FC ponía en aprietos al Real Madrid y de paso a alguna que otra bola de billar, y una gaviota se posó en mi espalda como sinónimo de la paz absoluta. Y sí, te fuiste de nuevo. O te dejé marchar, una de dos. Pero el frío era cada vez más mitigado con estrellas fugaces de una noche extraterrestre, y entre pinos encontré, por fin, a mi verdadero yo. Creí que había segundas oportunidades pero no, no las había, o al menos yo creí que no las había. Entre bailes y risas renaciste pero ya no, porque una invisible barrera, otra más, se había impuesto entre nosotros. Y como todas, tuvimos que derribarla, junto a mi cobardía y a tu miedo.</div><div style="text-align: justify;"><br /></div><div style="text-align: justify;"><br /></div><br /><div style="text-align: center;"><a onblur="try {parent.deselectBloggerImageGracefully();} catch(e) {}" href="http://4.bp.blogspot.com/_g2tm5ZWu-kc/TRvGNZupqEI/AAAAAAAACIk/GFAkn22xb7k/s1600/obPTCrtkxn4pPrRzyZds.0.jpg"><img style="cursor: pointer; width: 320px; height: 240px;" src="http://4.bp.blogspot.com/_g2tm5ZWu-kc/TRvGNZupqEI/AAAAAAAACIk/GFAkn22xb7k/s320/obPTCrtkxn4pPrRzyZds.0.jpg" alt="" id="BLOGGER_PHOTO_ID_5556252498838792258" border="0" /></a></div><div style="text-align: center;"><a onblur="try {parent.deselectBloggerImageGracefully();} catch(e) {}" href="http://4.bp.blogspot.com/_g2tm5ZWu-kc/TRvFahto-zI/AAAAAAAACIc/kuS8h8V7ly0/s1600/DSC_6549.JPG"><img style="cursor: pointer; width: 320px; height: 214px;" src="http://4.bp.blogspot.com/_g2tm5ZWu-kc/TRvFahto-zI/AAAAAAAACIc/kuS8h8V7ly0/s320/DSC_6549.JPG" alt="" id="BLOGGER_PHOTO_ID_5556251624808708914" border="0" /></a></div><div style="text-align: center;"><a onblur="try {parent.deselectBloggerImageGracefully();} catch(e) {}" href="http://2.bp.blogspot.com/_g2tm5ZWu-kc/TRvFA78ZrrI/AAAAAAAACIU/W3KVT-l0dOQ/s1600/DSCF1861.JPG"><img style="cursor: pointer; width: 320px; height: 240px;" src="http://2.bp.blogspot.com/_g2tm5ZWu-kc/TRvFA78ZrrI/AAAAAAAACIU/W3KVT-l0dOQ/s320/DSCF1861.JPG" alt="" id="BLOGGER_PHOTO_ID_5556251185173343922" border="0" /></a></div><br /><div><br /></div><div style="text-align: justify;">Pero era hora de afrontar un nuevo giro en mi vida, de enfrentarme a situaciones nunca antes conocidas, de abandonar la calidez de lo seguro. Y no, no ha sido fácil, pero una bruja bajó de su nave espacial para darme la mano y guiarme con notas en los márgenes, con post-its, con la gratificante sensación de que no estás solo en un mundo de idiotas que no leen a Nabokov. Y me enseñó a creer en mí, me enseñó nuevos rincones antes desconocidos y que el amor no existe y la literatura no se aprende y que todo es fácil si queremos y nos dejamos llevar, y que nunca sabemos con certeza que el mañana seguirá ahí, por lo que hay que mirarlo todo desde otro prisma. Ella me enseñó a vivir y yo a veces pienso que yo no le enseñé nada, sólo le dejé unos cuantos lunes de octubre en el césped para el recuerdo y que nunca sabemos con certeza que si lo que vemos allá arriba es un avión o algún objeto no identificado.</div><div><br /></div><div><br /></div><br /><div style="text-align: center;"><a onblur="try {parent.deselectBloggerImageGracefully();} catch(e) {}" href="http://3.bp.blogspot.com/_g2tm5ZWu-kc/TRvJnIZ9GBI/AAAAAAAACIs/wBmHk2V98Uc/s1600/ro%2By%2Byo.jpg"><img style="cursor: pointer; width: 238px; height: 320px;" src="http://3.bp.blogspot.com/_g2tm5ZWu-kc/TRvJnIZ9GBI/AAAAAAAACIs/wBmHk2V98Uc/s320/ro%2By%2Byo.jpg" alt="" id="BLOGGER_PHOTO_ID_5556256239400065042" border="0" /></a></div><div style="text-align: center;"><br /></div><div style="text-align: center;"><br /></div><div style="text-align: justify;">Y al igual que el año empezó contigo, mi pequeña pelirroja, termina contigo, porque los cuentos más bonitos empiezan con "Érase una vez" y terminan "y fueron felices". Al final lo conseguimos. Saltamos todo lo que se nos puso en nuestro camino, saltamos muy muy alto, y aquí nos tienes, volando por encima de todo y de todos. El año termina con cada día levantándome y pensando en tu mirada, en el roce de tu piel, en todo lo que nos queda por vivir. El año termina sintiéndote en cada respiración, notando una agradable presión en el pecho cuando apareces y compruebo que todo va bien, que eres feliz, que te convenzo con mis sonrisas, que estás a mi lado después de tanto que hemos pasado. Ahora tú eres la calma de mis días y el fuego de mis noches, la razón de seguir en esto, escribiendo a pesar del ruido y del silencio y evocando tu boca entre mis tintas. Ahora nada nos va a impedir seguir en esto, el año que viene es nuestro, porque ya te he dicho muchas veces que las mejores historias son las que nos quedan por vivir. </div><div style="text-align: justify;"><br /></div><div style="text-align: justify;"><br /></div><br /><br /><div style="text-align: center;"><a onblur="try {parent.deselectBloggerImageGracefully();} catch(e) {}" href="http://4.bp.blogspot.com/_g2tm5ZWu-kc/TRvQhqGIYhI/AAAAAAAACI0/0JCSicru6Kg/s1600/alba%2By%2Byo.jpg"><img style="cursor: pointer; width: 320px; height: 214px;" src="http://4.bp.blogspot.com/_g2tm5ZWu-kc/TRvQhqGIYhI/AAAAAAAACI0/0JCSicru6Kg/s320/alba%2By%2Byo.jpg" alt="" id="BLOGGER_PHOTO_ID_5556263841945903634" border="0" /></a></div>Skanhttp://www.blogger.com/profile/09257170586541619629noreply@blogger.com5tag:blogger.com,1999:blog-8428787346257863165.post-44089209430839356772010-12-23T10:36:00.000-08:002010-12-23T11:09:05.394-08:00<div style="text-align: justify;"><i>Pues claro que soy algo. Soy más que algo, soy más que lo mundano, lo mediocre, lo erróneamente llamado "normal". Soy como ese tipo viejo con barba que cuando se aburre deshace lo creado, soy como un dios. Soy aquello a lo que atribuyes aquellos cambios en tu entorno que no puedes explicar. Soy la explicación a tus ganas de levantarte cada mañana, a la deriva de tus pensamientos, a la manera de acurrucarte entre mis brazos, ronronear y escupir felicidad cada vez que me rozas. Soy Dios porque tengo el poder de hacerte sonreír, y si puedo lograr eso, ¿qué es lo que no puedo hacer? ¿A quién más necesito convencer? ¿Quién tiene el derecho de recordarme el silencio que me embarga cuando no estás? Tengo el poder de activar circuitos nerviosos con una simple combinación de caricias y algo menos físico aún, místico, casi oculto, que flota en el ambiente de mi habitación mientras la tarde se nos echa encima. Tengo el poder de llevarte al cielo, de guiarte hasta la luz, y si me enfado lanzar rayos, electrificarte y que me contagies al tocarte, de manejar al sol y la lluvia, de controlar las estrellas para que respondan a tus deseos. Estoy aunque no me veas, estoy aquí, pero no contigo, y resucito cada vez que me recuerdas. Tengo el poder de hacer y deshacer, de darte un beso y desaparecer, de volver cuando menos te lo esperas e irme cuando no me necesitas, de quererte sin prisas y afrontar el reto de hacerte feliz a cada segundo.</i></div><div style="text-align: justify;"><i><br /></i></div><div style="text-align: justify;"><i>Pero sobre todo, soy Dios porque yo soy el único que tiene el poder para decidir cómo es mi vida o qué camino seguir -por tierra o por aire-. El poder para manejar el entorno a mi antojo. Y he decidido que tú formes parte de él.</i></div>Skanhttp://www.blogger.com/profile/09257170586541619629noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-8428787346257863165.post-75932986964405422712010-11-15T10:56:00.000-08:002010-11-15T12:22:51.827-08:00<em>Hoy me desperté siendo poeta<br /></em><br /><em>poeta de las noches claras, de los días feroces<br /><br />de cuando callas, de cuando tu silencio me grita al oído<br /><br />de cuando ríes y mi sangre mancha páginas de diarios descosidos<br /><br />Hoy me desperté poeta<br /><br />y la mañana me acunó en su abrigo de metal<br /><br />frío al tacto, suave y sincero en las formas<br /><br />Hoy me desperté siendo poeta<br /><br />poeta de tu piel y de tu pelo, poeta que maldice al viento<br /><br />que se cree, impertinente, que podrá robar las sonrisas furtivas<br /><br />grabadas, grabadas a fuego, en cada palabra que escupo<br /><br />Hoy me desperté siendo poeta<br /><br />poeta que cabalga el tiempo, que lo maneja a su antojo<br /><br />que recompone las figuras e ilumina los colores<br /><br />que rompe páginas de calendario y desdeña la retórica barata de los narcisistas<br /><br />poeta capturador de instantes, fotógrafo de tus miradas,<br /><br />artífice de tu excitación, espejo que refleja la utopía de nuestra realidad<br /><br />Mañana te despertarás siendo poeta<br /><br />y renaceré en cada sintagma que se clave en tu conciencia<br /><br />en cada espina del afilado tallo<br /><br />me verás oculto entre tus sábanas, impregnadas con el olor de mi crudo verbo<br /><br />oirás mis susurros cuando te pares a escuchar los sonidos de mi garganta desgarrada<br /><br />y sentirás, verso a verso, cómo los recuerdos te atenazan entre sus dedos<br /><br />Hoy me desperté siendo poeta<br /><br />y me vino a ver la soledad, y volamos juntos</em>Skanhttp://www.blogger.com/profile/09257170586541619629noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-8428787346257863165.post-19699741072550546032010-11-12T15:30:00.000-08:002010-11-13T04:12:03.678-08:00<div align="justify">Un buen día te levantas con una sonrisa en la cara, en una peligrosa premonición de la jornada que te queda por delante. Con ojos somnolientos y el pelo revuelto, te diriges al armario, coges sin mirar demasiado la ropa que lucirás, y tras ponértela sin demasiada prisa, abres el cajón de la ropa interior. Sólo queda un calcetín blanco y otro negro. "<em>Vaya faena</em>", piensas. Y de repente, te das cuenta de que te da igual llevar calcetines distintos. En ese momento fue cuando empecé a crecer de verdad.<br /><br />Y empiezas a mangarte las mangas, porque hay mañanas en las que, sinceramente, no apetece estar <em>siempre listo</em>. Apetecen colacaos como maravillosa rutina y un guiño pícaro a las dificultades del día a día. Empiezas a descubrir nuevos olores bajo el murmullo del viento, y a desistir de recolocarte el flequillo cuando una racha se lleva por delante el trabajo concienzudo delante del espejo. De repente te sorprendes a ti mismo admirando el arco iris perfecto tras un día lluvioso y desafiando con la mirada a los transeúntes que, sumidos en sus problemas que ellos creen tan importantes, ignoran la belleza y subestiman el poder del color sobre una capota grisácea. De improviso comprendes que las preocupaciones son subjetivas y que todas las historias son ajenas a lo que realmente importa. Miras a tu alrededor y tienes la absoluta certeza de que todo tiene sentido, que todo pasa por algo y que todo se repite continuamente, como aquella canción en el tocadiscos de tus padres. La absoluta certeza y la increíble tranquilidad que otorga el saber que eres uno más en un juego inconcluso, sin final y probablemente sin principio. Dejas de darle importancia a las fechas, las horas, los segundos. El tiempo nació para ser libre y fluir constantemente y ponerle barreras es inútil e improductivo. De repente deseas con fuerza que llueva, y salir a la calle porque sí y escribir en cualquier banco maltratado. En un momento aprendes a valorar la risa como la mejor medicina, como un chute de alguna sustancia desconocida que abre tus venas y aligera el corazón: y a la vez, minusvaloras el poder de la pluma como terapia, porque la verdad duele y escribiendo es más fácil coger atajos para llegar a ella. <em>Ya hice muchas letras ayer, y no me curé</em>, dijo algún poeta frente al micrófono. Te das cuenta de que ser simple es a veces la mejor solución, y recurres a tópicos, estereotipos y prejuicios por el mero hecho de sentir el placer de etiquetar de un modo tan sencillo la realidad. Tomas consciencia del regalo de respirar, de parar por un momento y bailar al compás de los latidos de tu corazón. Aprendes a agradecer la verdadera valía de los que te rodean, a ver fotos y dejar que la nostalgia te inunde e incluso te coma por dentro, a utilizar el poder de las caricias estratégicas a tu favor, a comunicar en silencio, a no dar nada por hecho, a no confiar en nadie y a la vez a confiar en todos, a odiar la retórica barata y las palabras vacías, a amar el arte y <em>la magia que te traigo entre los dedos</em>, entre las quemaduras de cigarro intermitentes en mi diario de bitácora. Cuentas a los demás aventuras y batallitas de cuando eras simple y tenías la enorme ventaja de vivir porque sí, de desafiar al reloj y fingir que no conoces el hálito de la muerte, de la soledad y el silencio. Y que no, que cualquier tiempo pasado no fue mejor, que es hora de reinventarse a cada paso y saber, con orgullo, que tienes tantas cosas que contar que no eres capaz de cerrar las historias. Y de repente, miras a tu alrededor y piensas "eh, todo va bien". Y sigues caminando, sigues caminando porque <em>nunca te enseñaron a correr</em>.<br /></div><div align="justify"></div><div align="justify">(...)<br /><br /><br />Esta noche es una de esas noches en las que el miedo te cuenta historias terribles para no dejarte dormir.<br /><br />Agárrame fuerte de la mano, como sólo tú sabes hacerlo, y haz que olvide los fantasmas que vi tras tu mirada. Júrame que fueron fruto de mi paranoica inaginación.</div>Skanhttp://www.blogger.com/profile/09257170586541619629noreply@blogger.com1tag:blogger.com,1999:blog-8428787346257863165.post-6295253234081733362010-10-11T10:59:00.000-07:002010-11-12T16:18:34.138-08:00<div align="justify">No debería estar escribiendo esto. Pero he de confesarte que siento un inusitado placer desgajando suavemente las ideas, manchando de tinta la pureza, haciendo eterno lo intangible. Quizás no debería hacerlo, pero, ¿quién lo sabe? ¿Quién fue el imbécil que escribió las normas que he de saltarme? Teóricos saltan de entre las piedras murmurando indicaciones para caminar por un sendero que hace tiempo que desistí de seguir. ¿Quién me vendió esta anticuada moral? Me gustaría descambiarla.<br /><br />Ahora me veo desde arriba. Soy adicto a la objetividad, me hace reír. Me veo trastocando papeles de aquí para allá, dando vueltas por mi habitación, haciendo crujir los muelles del somier. Veo mis ojos cansados y un imperceptible temblar de piernas, y la luz de mi sonrisa gastada deja en penumbra lo que me rodea. Abro cajones, leo cartas, lloro, grito, y de un salto vuelvo a enhebrar los segundos, a recomponerme y a dibujar lunas entre las nubes. Me ducho y desafío con la mirada a un tipo moreno y ramplón que me mira desde el espejo. Transmite seguridad, pero se engaña a sí mismo y a los demás. Pobre iluso, si al menos supiera reír como yo... Me peino, me lavo los dientes y a patadas vuelvo a adelantar el reloj. Desde fuera todo parece más divertido y más fácil.<br /><br />Más divertido y más fácil. No es para tanto. Ni siquiera es necesario barajar las cartas. Quizá sólo es necesario dejarse llevar. Escuchar el canto de la brisa y dejarse embriagar por los susurros del viento. Dejar que tu piel roce cada recoveco en un suave análisis de los sentidos. Y gritar, gritar muy fuerte. Gritar hasta que cada trozo de cielo, hasta que cada estrella haya oído lo que tengo que decirles. Inspirar profundamente y expulsar el aire e imaginar otras posibilidades dentro del amplio abanico de la realidad. Porque somos libres y cada decisión no nos condena, sino que nos da alas. Quizá sólo es necesario equivocarse y saborear el amargo dulce de la derrota. Porque no hay mayor placer que la certeza de posar tus manos sobre la tierra y pensar: "No hay nada más abajo", y conocerse, y que la euforia brille en cada centímetro de tus pupilas y saber, porque lo sabes, que eres capaz de subir, de brillar, de alcanzar lo inalcanzable. Quizá sólo es necesario cerrar los puños, apretar los dientes y luchar por lo que nos importa, por esa agradable sensación que sientes cuando la adrenalina circula por tu sangre. Sangre que aunque será derramada por mil puñaladas, por mil alfileres con un sólo nombre colgado en ellos, es una prueba de tu coraje y tu entrega. Porque la indecisión mata y el estúpido racional que piensa ya forma parte de mi pasado. Quizá sólo es necesario sentir.<br /><br /><br />Salgo a la calle y escondo mi dolor entre el bullicio de vidas ajenas. Mirando hacia abajo siempre, intentando ser invisible sin conseguirlo. Me regodeo con mi actitud autodestructiva. Encerrado entre las paredes que un día construí sin proponérmelo, con las que me estrello noche tras noche y entre las que siento una falsa sensación de seguridad, es imposible fundirse con el entorno. Pero desde fuera las imposiciones del yo no existen y puedo correr a mi antojo, puedo observar sin juzgar y puedo sonreír sin miedo a ser juzgado. Un traspiés tras otro, volando en círculos, perdido y con cicatrices en la comisura de los labios. Rompo fotos y esquivo miradas, en un vano intento de fingir que aquello nunca existió. Ahora que logré escapar de la cárcel de mi propio corazón, compruebo lo ignorante que fui.<br /><br />Porque el pasado se contamina fácilmente del presente, y lo que es a veces parece que siempre lo fue.<br /><br />Quizás no es necesario pensar en tí, sino simplemente sentirte. Quizás no es necesario buscar la salida, sino dejar que los pies marquen aleatoriamente tu destino. Tal vez es que quiero verte, sin más. Tomarnos un café más, tal vez el último café, pasear juntos bajo el paraguas mientras los transeúntes corren a nuestro alrededor. Cantarte esa canción que tanto te gusta, contarte ese cuento que siempre te hizo soñar. Morir cada día y nacer cada noche junto a tu portal. Mirarte y que me mires y notar esa conexión inquebrantable. Quizá es necesario que te calles, que cierres la boca y me sonrías, que me acaricies y me hagas notar que no hay nada más afuera de estas sábanas, que me jures que esto no es un sueño y que no hace falta despertar, que mi realidad son tus labios, que mi horizonte es tu pecho. Que no, que no veo más allá de tu blusa, que estoy ciego y quiero que me orientes, que eres tú la única luz en este mundo de locos. Quizá es mejor enloquecer, seguir creciendo y haciéndonos más fuertes a cada carcajada demente. Quizá es necesario que me abraces, que te acerques tanto a mi pecho que los cuerpos sobren y el deseo vuele alrededor, que me prometas que no te vas a ir y que, de una vez por todas, todo va a ir bien. Que grites tan fuerte mi nombre que sólo yo lo pueda escuchar. Porque la magia no tiene un origen ni un destino, no se puede tocar, no se puede coger ni entender. No se puede analizar. Sólo se puede sentir. Quizá sólo es necesario sentir.<br /><br />Saborear cada estímulo proveniente del exterior, aferrarme fuerte a tu mano y aceptar con un gesto desafiante el inmenso juego que nos propone la vida.</div>Skanhttp://www.blogger.com/profile/09257170586541619629noreply@blogger.com1tag:blogger.com,1999:blog-8428787346257863165.post-60474603697183632272010-10-02T15:30:00.000-07:002010-10-02T15:31:54.877-07:00<em>- Creí que te dolería- murmuró, entre decepcionada y aliviada.<br /><br />- Claro que me duele, pequeña. Claro que me duele. Pero hace tiempo que aprendí a anteponer tu felicidad a la mía...</em>Skanhttp://www.blogger.com/profile/09257170586541619629noreply@blogger.com1tag:blogger.com,1999:blog-8428787346257863165.post-63367049267831813512010-09-23T08:20:00.000-07:002010-09-23T11:15:19.298-07:00[Una de símiles ferroviarios]<a href="http://3.bp.blogspot.com/_g2tm5ZWu-kc/TJuWM_Ti0DI/AAAAAAAACHQ/KlVRlYBFjek/s1600/estacion-tren.jpg"><img style="display:block; margin:0px auto 10px; text-align:center;cursor:pointer; cursor:hand;width: 320px; height: 211px;" src="http://3.bp.blogspot.com/_g2tm5ZWu-kc/TJuWM_Ti0DI/AAAAAAAACHQ/KlVRlYBFjek/s320/estacion-tren.jpg" border="0" alt=""id="BLOGGER_PHOTO_ID_5520170918168678450" /></a><br /><em>El tren acababa de partir. Y yo, iluso de mí, creí que aún me esperaba en el andén.<br /><br />El impenetrable silencio escondido bajo el murmullo de los viajeros que corren de aquí para allá, ansiosos por no perder su oportunidad de escapar, de huir del vacío. Entre toda esa prisa me encontraba yo, inmóvil, en blanco y negro bajo un vendaval de colores. Aún no los habían perdido. Y sonreí, como el que contempla a sus semejantes con la certeza de que el destino nos aguarda con el mismo final para todos. <br /><br />En el centro del caos, mi figura impertérrita, capturada en el mismo instante de la pérdida. El tiempo ralentizaba su marcha a mi alrededor. Una efigie anquilosada en el recuerdo, sin más. El bullicio aún corría en busca de su propia nostalgia futura, ajenos a la calma, veloces corredores de sueños aún borrosos. Desenfoca, aléjate. Las esperanzas se ven mejor con distancia de por medio. Bonito contraste.<br /><br />Las imponentes máquinas esperaban a los pasajeros entre una nube de vapor y despedidas. Azul metálico con sabor a adiós. Me acerqué a aquel tren que parecía ser ajeno a su papel de transporte entre decepciones e ilusiones, portador de almas fugitivas y disconformes. Posé mi mano sobre el acero. Frío. A mi espalda, una pareja se abrazaba por última vez. Pude notar la inconfundible sensación de deseo. Los cuerpos sobraban y cada uno intentaba en vano respirar la esencia del otro, llevársela incrustada en su ser, devolver a su sitio lo que un día formaba un ente incorrupto. Pero ella se irá en este tren, y con ella, un trozo de su alma partirá para siempre. A través de los cristales se mirarán a los ojos y contemplarán en las pupilas esa parte de su ser que se separa de sus caminos. Y al perderla de vista, el se verá acosado por el vacío, como una ventana rota por cuya grieta se cuela el relente y la escarcha. Sentirá frío, sus músculos se entumecerán, y sus labios oscuros jurarán no volver a separar nunca más su esencia ahora incompleta. Hasta que otra luz regale un poco de calor a su cuerpo, otros senos se ofrezcan a darle cobijo y, en un proceso tan cruel como mágico, tan especial como corriente, su alma vuelva a estar reparada con el trocito de sol que se abrió un claro entre sus nubes. ¿Cómo podía ser de otro modo la sensación al tacto de un componente tan vital en tan fatídica historia?<br /><br />Volvía a mi andén ahora vacío con esta reflexión rondando mi cabeza. La rabia arañaba mis entrañas. Yo, que conocía tan de cerca el peligroso ir y venir de las mareas, ese juego inquieto, esa melodía dulce y traicionera; que escuché el canto de las sirenas una y otra vez, y una y otra vez me vi arrastrado por las corrientes. ¿Cómo podía haber cometido el mismo error? Alcé la cabeza. Todavía se podía ver el rastro de mi vagón fundiéndose con el horizonte, zigzagueando, camino de un edén al que ya no estaba invitado. ¿Cómo pude haber perdido el tren de nuevo?.<br /><br />Sólo tenía una oportunidad para viajar, para abandonar aquella estación de los locos. Tenía mi billete en una mano, mis maletas en la otra, pero aún me asaltaba una única duda: no sabía si tú me acompañarías en aquella travesía. Y la indecisión fue la peor compañera de viaje: dejé las maletas en el vagón, pero mi cuerpo se quedó en tierra. Pensaba que aquella mole de hierro y humo seguiría allí para siempre, esperando eternamente a mi decisión. Pero siempre has sido fugaz, pequeña. Efímera. Y el tren se marchó, cuando quise darme cuenta de que tú ibas en él, rumbo a <strong>otros atardeceres, otra pluma de pies ligeros y fría piel</strong>. <br /><br />Y yo, iluso de mí, creí que aún me esperaba en el andén.<br /><br />Fugaz y efímera. Allí, solitario entre el caos, desdibujado y borroso, alcancé a ver tus ojos detrás del cristal del vagón, y vi reflejado en ellos a aquel joven que perdió un trozo de su propia esencia entre el traqueteo del destino. Y mientras, la muchedumbre corre desesperada en busca del tren que aún sigue esperándolos, en busca de los colores que la vida aún no les ha usurpado. <br /><br />Corred, muchachos. No sigáis mi ejemplo. Yo me quedaré aquí, esperando una nueva oportunidad para abandonar esta estación de locos. Vaya, empieza a llover de nuevo...</em>Skanhttp://www.blogger.com/profile/09257170586541619629noreply@blogger.com3tag:blogger.com,1999:blog-8428787346257863165.post-61749377722944147922010-09-10T05:06:00.000-07:002010-09-10T08:44:28.888-07:00<em>Fue una primavera linda, princesa, y lo sabes.<br /><br />Demasiado vértigo cuando contemplábamos juntos a las flores sobreponerse a un invierno áspero y gélido. Aguantamos la respiración en espera de la lluvia de Mayo, pero el verano calmó nuestras ansias otoñales y con él, se fue el color en mis nuevos versos.<br /><br />Flores de cartón, nieve de mentira, y mucho, mucho viento.<br /><br />Tengo demasiadas teorías y ninguna se asemeja al vendaval de desidia que hizo que lo nuestro se me escapara como arena entre mis dedos, como las hojas que por pura inercia, o por designios de la naturaleza, forman un festival de tonos ocres y dorados, aquel paisaje que tanto añoramos pero nunca llegó.<br /><br />Y justo cuando mi mundo volvió a ser en blanco y negro, justo cuando <strong>el calor de mis brazos se volvió tibio</strong>, escuché aquella canción.</em><br /><br /><strong><br />¡Qué tonto! ¡Si nunca hubo nada!</strong><br /><br /><br />Y justo cuando una de mis numerosas debilidades me volvió a instar a que pensara en ti, justo en ese mismo momento, volví a escuchar aquella canción.<br /><br />Espero, princesa, que no te pongas celosa. No eras tú esta vez la destinataria de mis recuerdos, ni era nuestra historia la que resultaba sospechosamente relatada entre acordes. <br /><br />Somos jóvenes y tendemos a creer que cada situación es única y no se volverá a repetir. En nuestra ignorancia, pasamos por alto que cada persona sigue unos patrones ya predefinidos, y aunque digan lo contrario, es muy fácil caer dos veces en un mismo error. Somos animales guiados por nuestro instinto. Somos marionetas casi idénticas en un inmenso circo, con la salvedad de que somos nosotros mismos quienes podemos reescribir el guión.<br /><br />Y así, volví a sentir el pinchazo de quien se siente identificado por segunda vez, de quien es consciente de que sus tropiezos son compartidos y fáciles de cometer. Aun así, sabiendo que al fin y al cabo siempre llega el invierno, no me arrepiento de nada. Porque fue tan bonita la primavera, y lo sabes...<br /><br /><strong>Recé por tus besos <a href="http://www.goear.com/listen/d58c0eb/en-cada-alborada-forraje">en cada alborada</a>...</strong>Skanhttp://www.blogger.com/profile/09257170586541619629noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-8428787346257863165.post-19191742758522704712010-08-31T10:02:00.000-07:002010-08-31T14:24:42.273-07:00<em>Juguemos.<br /><br />¿Para qué tomarse todo esto en serio? ¿Por qué torcer esa sonrisa de hada, para qué silenciar tus instintos, para qué refrenarse? Abramos los ojos y dejemos fluir hasta la última gota de nosotros mismos, de esa auténtica esencia original e incorrupta que siempre perdurará detrás de unas incombustibles ganas de saltar.<br /><br />Siempre has sabido que la línea entre la cordura y la demencia es frágil y en ocasiones discontinua. Intuías la subjetividad de las palabras, de las acciones, de tu moral, y conocías de antemano la diferencia entre lo enrevesado de tus historias y la realidad. ¿Y qué es la realidad sino una mera quimera, un espejismo, una mentira sostenida por ignorantes convencidos de la interpretación como auténtica verdad?<br /><br />No supe avisarte a tiempo de la peligrosidad que entrañaban los procesos de tu mente, y el miedo te consumió lentamente, ocultándote entre tus silencios. Reconozco que no fui capaz de revertir tu situación, de convencerte con mi mirada y dejar que te bañaras en mis ojos. Quise alentarte y mis palabras sonaban huecas, quise abrazarte y mis brazos se helaron en torno a tu cuerpo, quise amarte, pero sabíamos que el invierno acechaba ya en nuestras ventanas. Ahora sé que el camino más fácil es el más complicado de ver.<br /><br />Quiero jugar contigo.<br /><br />Sólo te pido una tregua de palabras. Muchas veces dicen cosas que no quiero decirte, y callan cosas que quiero que sepas. Propongo que tu risa contenida sea el único medio, la única manera de saber que eres feliz. Quiero pintarte la cara, contar estrellas, pasear juntos, contemplar cómo la vida se nos escapa sin que pongamos remedio. Sin trampa ni cartón, sin ojos tristes, y con muchas, muchas formas de reír distintas. Abre los ojos, vamos, quiero asomarme en ellos y contemplar, satisfecho, ese trocito de esencia que aún nos queda.<br /><br />Quiero que me abraces y me susurres al oído que encontraste al niño dentro de mí.</em>Skanhttp://www.blogger.com/profile/09257170586541619629noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-8428787346257863165.post-60574513938805787862010-08-23T09:09:00.000-07:002010-08-24T13:04:14.247-07:00<div align="justify"><em>Bienvenido de nuevo a una atmósfera cargada de medias tintas, sudor y deseos ocultos. Te estábamos esperando, y tú también esperabas en el fondo volver a contaminar tus pulmones con la mentira de lo que te rodea ahora, con el engaño camuflado de ilusión. Ansiabas continuar respirando, aunque sabes que cada calada te matará en un futuro no demasiado lejano. Cada bocanada te dibuja una sonrisa en los labios y una tachadura en el corazón.</em></div><div align="justify"><em></em></div><div align="justify"><em></em></div><div align="justify"><em></em></div><div align="justify"><em></em></div><div align="justify"><em></em></div><div align="justify"><em></em></div><div align="justify"><em></em></div><div align="justify"><em><br>Bienvenido de nuevo al espejismo de tu vida. Sentirás ahora como sus miradas se clavan en tí con un extraño y doloroso placer; comprobarás como cada caricia de sus manos te quema y a la vez te grita en el oído para que sigas jugando a su peligroso juego. Cada sentido de tu cuerpo, cada neurona de tu mente, te instará a seguir apostando hasta el último rastro de tu cordura.</em></div><div align="justify"><em></em></div><div align="justify"><em></em></div><div align="justify"><em></em></div><div align="justify"><em></em></div><div align="justify"><em></em></div><div align="justify"><em></em></div><div align="justify"><em></em></div><div align="justify"><em><br>Volverás a respirar el rancio olor del polvo. Golpearás con desesperación a la tierra que te vio nacer y que ahora de nuevo te ve caer. Pero te levantarás, porque eres adicto al sabor de su piel. Implorarás rabioso a ese Dios que te maneja cual marioneta, lo odiarás por ignorarte pero al mismo tiempo lo amarás, ciego creyente, porque es la única luz que se vislumbra en el oscuro túnel en el que se convirtió tu existencia. Alguien te avisa de que tal dios no existe, sólo es un consuelo inventado por tu corazón, harto de sufrir, ansioso por creer, por aferrarse a la esperanza. Pero le silencias, y de vuelta a la ruleta de tu efímero cielo, le dices al oído: "Te quiero".</em></div><div align="justify"><em></em></div><div align="justify"><em></em></div><div align="justify"><em></em></div><div align="justify"><em></em></div><div align="justify"><em></em></div><div align="justify"><em></em></div><div align="justify"><em></em></div><div align="justify"><em><br>Bienvenido de nuevo a la época melancólica, capullo.</em></div>Skanhttp://www.blogger.com/profile/09257170586541619629noreply@blogger.com1tag:blogger.com,1999:blog-8428787346257863165.post-91809407231958088172010-07-24T07:46:00.000-07:002010-07-24T11:43:43.645-07:00<a href="http://4.bp.blogspot.com/_g2tm5ZWu-kc/TEs0HX4dAtI/AAAAAAAACHA/BnS69HrgwuE/s1600/il+poeta.jpg"><img id="BLOGGER_PHOTO_ID_5497545071410348754" style="DISPLAY: block; MARGIN: 0px auto 10px; WIDTH: 320px; CURSOR: hand; HEIGHT: 240px; TEXT-ALIGN: center" alt="" src="http://4.bp.blogspot.com/_g2tm5ZWu-kc/TEs0HX4dAtI/AAAAAAAACHA/BnS69HrgwuE/s320/il+poeta.jpg" border="0" /></a><br /><div><em>Esta es una carta de amor sin súplicas.</em></div><br /><br /><div><em></em></div><br /><div><em>Sin destinatario.</em></div><br /><br /><div><em></em></div><br /><div><em>Pintada con colores dulces en mis labios y en mi piel,</em></div><br /><br /><div><em></em></div><br /><div><em>retratada en el viento suave de Abril, inspirada en tu cuello y en tu pelo.</em></div><br /><br /><div><em></em></div><br /><div><em>Una canción que mi voz enrabietada desgarra,</em></div><br /><div><em></em></div><br /><div><em>sin ningún oyente, a ningún buzón.</em></div><br /><div><em></em></div><br /><div>(...)</div><br /><div></div><br /><div></div><br /><div></div><br /><div></div><br /><div></div><br /><div></div><br /><div></div><br /><div></div><br /><div></div><br /><div></div><br /><div></div><br /><div></div>Skanhttp://www.blogger.com/profile/09257170586541619629noreply@blogger.com0