Juegas a herir, hieres cuando sólo quieres jugar, asestas puñaladas con una caída de ojos. Eres la reina del baile y lo aceptas, te desenvuelves grácilmente en tu rol de princesa incomprendida.
Descalza, pisas sin temor cristales rotos de corazones que ya pasaron por tu abrazo de doble filo, por tu puedo y no quiero. Intentan recomponerse inútilmente, ya que a cada pisada que das les desordenas del nuevo el puzle.
Y vuelta a empezar.
Eres terriblemente inteligente, pero prefieres esconderte bajo tu máscara de ignorancia inocente. Tu mundo gira según el sentido que tú le quieres dar, nunca te has parado a pensar si debería seguir su propio ritmo. Controlas todos y cada uno de los aspectos de tu vida y jamás has contemplado una sublevación en tu ficticio sistema de valores.
Hasta ahora.
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
Comentários:
Publicar un comentario