domingo, 17 de enero de 2010.
[... Admito que todos los aspectos de mi vida están condicionados por mi lucha interna. Desde mis relaciones afectivas o sentimentales, pasando por los estudios, mi manera de desenvolverme en la sociedad, incluso dan sentido a mis cambios de humor repentinos. Es una constante frustración que me está llegando a agotar. Por lo demás, intento llevar una vida más o menos normal, pisando con cuidado, eligiendo cuidadosamente mis acciones para no dar carne de debate a mi creciente dualidad. Poco a poco, voy acostumbrándome a mi situación: incluso ya distingo qué hemisferio me domina a lo largo del día. Sólo lo siento de verdad por aquellas personas que ven que sufro demasiado a menudo, y que no comprenden el motivo de mi insatisfacción permanente; aquellas personas que me acompañan detrás del burladero, que me susurran: "Tranquilo, estoy seguro de que volverán. Rockefeller nunca ha tenido demasiada conversación"
Tal vez algún día tenga que salir a matar el toro.]
Mente - corazón.
Comunismo - capitalismo - fascismo.
Amor - indiferencia - odio.
Conceptos que se tocan pero que no se ven el uno al otro. Conceptos particulares y a la vez generales, una inducción continua camino a desentrañar los cimientos de mi propia existencia.
Infame turba de nocturnas aves. ¿Un poeta sin versos?

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