viernes, 3 de abril de 2009.

Puente de unión entre el goteo incesante de ideas de mi desordenada mente y el frío y liso tacto del papel, entrada a un vacío... infinito, sobrecogedor, amenazante... expectante de una nueva y cruenta lucha entre mi imaginación y la realidad.
Una danza elegante y sin pausa, cuya música de fondo es un rasgueo maravillosamente familiar.
Puerta de escape a la inclemencia de la rutina. Historias que nunca antes han sido relatadas, amores posibles e imposibles, confesiones inconfesables. Cartas de reconciliación, de recuerdos, de aversión declarada. Registro de lo maravilloso que puede llegar a ser el psique humano.
Amigo siempre dispuesto a escuchar, conocedor de mis debilidades. Manual de supervivencia. Desatador de furiosas tormentas, restablecedor de la calma y la tranquilidad.
Ventana abierta a los caprichos de una vida.
Lágrimas derramadas. Esquinas carbonizadas.
Medio de transporte.
Aliado. Enemigo.
Soledad.
Skan

1 Comentário:

Siku Chan dijo...

Me encanta :)
¿Cómo una cosa tan pequeña puede servir para tanto?
A veces me asombro de lo mal que apreciamos las pequeñas cosas que nos rodean. Que seríamos sin los detalles que aportan a nuestras vidas..
,)

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